Hay hombres que están firmemente convencidos de que "un buen polvo" es lo único real. Yo sostengo que esos hombres nunca han disfrutado de un buen masaje fino -o en lingua tantrica- de un masaje lingam.
Por supuesto, el secreto está en la técnica y en si la dama la domina. Sorprendentemente -y a menudo he tenido que descubrirlo yo mismo en privado-, muchas mujeres no tienen ni idea de cómo dar un buen masaje íntimo. Debo admitir que no es fácil. También es difícil para un hombre estimular manualmente a una mujer. Al fin y al cabo, no sabe lo que es el movimiento o el tacto. Sin embargo, como con tantas otras cosas, la práctica hace al maestro.
Una buena base es, en primer lugar, darse cuenta de que el roce desordenado y salvaje no suele dar placer. El término "masaje fino" puede interpretarse como "fino" o suave. Para empezar, explore suavemente el pene, tocando y acariciando el glande o los testículos. El uso de aceite es muy recomendable. Para muchos hombres, los masajes en seco son dolorosos, algo que por desgracia también desconocen algunas mujeres.
¿Sabía que el tántrico estadounidense Joe Kramer desarrolló innumerables técnicas de masaje lingam? Hay muchas más formas de aumentar el placer que encerrar el eje con la mano y moverlo arriba y abajo. El profesor de tantra alemán Andro Rothe va más allá en su libro "Escuela de orgasmos" y muestra cómo se puede experimentar un orgasmo en todo el cuerpo con la técnica adecuada. También incluye técnicas de respiración y retardo.
En mi opinión, merece la pena familiarizarse con las distintas técnicas. Como mujer, para dar más placer al hombre y también como hombre, para ofrecer a la mujer experiencias más bellas aparte de la penetración.